Se consultará si los residentes de cada vivienda padecen algún tipo de limitación o dificultad permanente. Desde el Coprodis y el Ical consideran que esta profundización permitirá estimar la población con estas características que tiene la provincia. Al mismo tiempo advierten que no podrán establecerse precisiones.
El censo 2010 presentará algunas variaciones con respecto a los de años anteriores y una de ellas es la profundización del cuestionario en materia de discapacidad. Los encargados de realizar el relevamiento domiciliario preguntarán a cada uno de los residentes si padece algún tipo de discapacidad permanente para ver, oír, caminar o desempeñarse mentalmente.
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Aunque el nuevo censo permitirá obtener más datos acerca de la población discapacitada de la provincia, las instituciones que trabajan con este sector manifestaron sus reservas y consideran que la información que se obtenga sólo tendrá carácter estimativo. Corrientes no tiene datos oficiales y las autoridades sólo manejan la cantidad de certificados de discapacidad emitidos, que supera los 10 mil.
En el censo del año 2001 por primera vez se incluyó el tema de la discapacidad y se preguntaba en cada casa si allí residía alguna persona con estas características. Según adelantó a El Litoral la directora de Estadísticas y Censos de la Provincia, Telva Gallesio, el relevamiento de este año irá más allá para conocer datos más precisos.
La funcionaria adelantó que la pregunta se hará de manera individual y será “¿Padece usted algún tipo de dificultad o limitación permanente?”. En caso de que la respuesta sea afirmativa, deberá completarse un casillero para detallar si se trata de una discapacidad visual, auditiva, motriz o neurológica.
“Solamente se indagará acerca del tipo de discapacidad, pero no acerca del grado”, aclaró Gallesio.
Consultado sobre el tema, el presidente del Consejo Provincial del Discapacitado (Coprodis), Guillermo Seguí, opinó que el trabajo censal permitirá obtener estimaciones, pero no logrará establecer precisiones. “El censista no está capacitado para determinar cuándo una persona es discapacitada ni tampoco las personas pueden calificarse a sí mismas de ese modo porque existen muchas variables que la mayoría de la población desconoce”, indicó.
Como ejemplo, el funcionario citó el caso de la discapacidad visceral, que es un concepto relativamente nuevo, y los casos de trastornos en el aprendizaje, que muchas personas consideran erróneamente como discapacidad. “El censo sólo nos va a dar una idea cercana de lo que es nuestra realidad, pero no nos permitirá tener certezas”, opinó.
Al respecto, la directora del Instituto Correntino de Ayuda al Lisiado (Ical), Mercedes González, consideró que la información podrá servir como base de futuros estudios. “Después del censo 2001, en el año 2003 se realizó una encuesta nacional de discapacidad para ciudades de más de 5 mil habitantes que fue muy buena pero que en el caso de Corrientes no sirvió demasiado porque la provincia tiene muchas localidades con menor densidad poblacional”, recordó.
En Corrientes no existen datos oficiales acerca de la cantidad de discapacitados que viven en la provincia. “Sólo nos guiamos por los certificados de discapacidad emitidos, que son más de 10 mil, pero estamos seguros de que la cifra real es mucho mayor”, reveló Seguí.
